"Y ese espermatozoide, ¿quién es?"

Hace 30 años, un 29 de octubre de 1994, Raúl González Blanco debutaba en La Romareda con el Real Madrid frente al Real Zaragoza, sin imaginar que se convertiría en una leyenda del club blanco. Con solo 17 años, iniciaba una carrera que lo llevaría a ser el jugador con más partidos en la historia del Madrid (741) y a anotar 323 goles, colocándose como el tercer máximo goleador del club. En sus 16 temporadas, levantó 16 títulos, incluidas 3 Copas de Europa y 6 Ligas, consolidándose como un referente eterno del madridismo.

Para conmemorar su legendaria carrera, hemos recopilado una serie de anécdotas que surgieron a lo largo de su trayectoria.

Sus paseos por el vestuario

Raúl intimidaba. Su figura imponía muchísimo respeto, no sólo entre los compañeros, también en los entrenadores. Lo sabía y lo utilizaba para alimentar el espíritu competitivo del equipo. Tenía ese carisma de los Camacho, Juanito, Santillana, Gallego… Sólo con la mirada lo decía todo. Famosos eran sus paseos por el vestuario mirando a la cara de sus compañeros en los días previos a partidos importantes en la Champions. Aquellos paseos ponían a ‘jugar’ al equipo días antes del partido. “Los miraba y sin hablar les estaba diciendo: nos los vamos a comer”, recuerdan en el Madrid.

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

El día que Raúl fue Alfonso

“Estábamos en un aeropuerto Raúl y yo sentados. Íbamos a jugar no sé dónde. Era una época en la que Alfonso Pérez Muñoz estaba a punto de marcharse del Madrid, no sé si cedido o fichado al Betis”, recordaba en ‘El Larguero’ Álvaro Benito, por entonces otro canterano prometedor y compañero de Raúl en el Real Madrid. “Entonces, viene una señora y se acerca muy efusiva a Raúl y le dice: ‘Me encantas, por favor, Alfonso, no te vayas al Betis, quédate en el Madrid’. Raúl le respondió: ‘No se preocupe señora, haré todo lo posible por quedarme”, rememoraba el ahora comentarista.

El incómodo primer contacto con Capello

“El verano que fichó Capello jugué los Juegos Olímpicos de Atlanta. Llamé al club para ver cuándo empezaba a entrenar y me dijeron que tenía que incorporarme al día siguiente. El primer día me puse las botas y no me las abroché. Cuando fui a darle la mano a Capello para saludarle, me dijo: ‘¿Usted no se sabe atar las botas? Al campo no se sale con las botas desabrochadas’. Tuve que volver a salir del campo, atarme las botas y ya volví a entrar y le di la mano. ‘Póngase a trabajar’, me dijo”, recuerda Raúl de su primer cara a cara con Capello en una entrevista a BeIN Sports.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl Gonzálezar

El gol al Atlético que le hizo ‘volar’

“Mi primer gol tenía que ser contra el Atlético. Ese día fue maravilloso. Volví ‘volando’ a casa. No tenía los pies en el suelo. Fue muy emotivo. Pensaba que nadie se iba a atrever a ponerme otra vez después de fallar tanto en La Romaredad. La gente ya había visto lo que había pasado. Era muy joven y el Bernabéu ve lo que ve. Al Bernabéu no le engaña nadie, no se deja influenciar por nada. Les encanta ver a canteranos jugando. Y metí un gol… Fue todo muy bonito. La sensación cuando me iba en el minuto 60, con todo el mundo de pie, fue impresionante”, recuerda Raúl en BeIN Sports de su primer gol con el Real Madrid en el derbi del Bernabéu.

Valdano evitó que volviese al Atlético

Valdano no sólo hizo debutar a Raúl, también evitó que se marchara al Atlético. El técnico se enamoró del delantero antes incluso de ser el técnico del Madrid. “Me sorprendió muchísimo. Le dije a Ramón Martínez: ‘Y ese espermatozoide ¿quién es?’. Tenía 16 añitos. Era chiquito y eléctrico. No paraba. Un amigo decía que lo habían hecho en el hospital con todo lo que sobró el día que nació. No destacaba por nada, pero su movilidad era descomunal. Me hizo gracia. Un tiempo después, ya en el Madrid, me dijeron que si me acordaba de él. ‘Pues claro’, dije, ‘un tipo así no se olvida’. ‘Pues se quiere ir al Atleti’, me respondieron. Yo estaba en esa época en que quería echar a Zamorano y…”, contó Valdano en la Ser. El propio Raúl reconoció aquel movimiento rojiblanco. “En julio (del 94) me llamó Miguel Ángel Gil y bajé al club a hablar con ellos. Me dijo que me querían recuperar, pero era muy difícil”, dijo en Telemadrid.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

Su roce con Laudrup en un rondo

Poco recuerdan que realmente Raúl debutó con el Madrid en un amistoso ante el Oviedo, varios meses antes de su estreno oficial ante el Zaragoza en La Romaredad. Aquel día lo normal era estar intimidado, pero no en el caso de Raúl. “Antes del partido, los jugadores se pusieron a hacer un rondo. La perdió Raúl, pero él entendía que Laudrup se la había dado mal. ‘Te toca, nene’, le djo el danés tirando de veteranía y galones. ‘Entra’, le ordenó. ‘No, yo no entro’. ‘¿Cómo que no entras?’. ‘No, yo no entro. Yo no la perdí’, le contestó ¡a Laudrup!, recuerda un Valdano que reconoce que tuvo que llamarle la atención. “Nene, hay que tener respeto”, le dije, pero era rabioso”, recuerda. El partido acabó empate a dos, con Zamorano… y Raúl como goleadores del Madrid. Sí, su primer gol con el primer equipo fue ante el Oviedo en aquel amistoso.

La ‘negociación’ con Metzelder

El exdefensor alemán del Madrid desveló cómo se produjo el fichaje de Raúl por el Schalke en 2010. “Cuando firmé el contrato con el Schalke”, recuerda Metzelder, “hablé con el técnico, Felix Magath, sobre la necesidad de fichar un delantero y me preguntó si conocía a alguno en la liga española. Le dije que sí, pero que sería difícil ficharlos. También que Raúl no estaba contento con su situación porque no estaba jugando mucho. Volví a Madrid y en el vestuario hablé con él sobre el Schalke y la posibilidad de venir a la Bundesliga y me dijo que le parecía interesante. Fue una sorpresa tanto para mí como para Magath ver el interés de Raúl y al final vino con nosotros”.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

La ‘amenaza’ a los canteranos Arbeloa, Soldado, De la Red…

Andaba el Real Madrid de pretemporada en Irdning, su cuarte general en Austria durante alguno veranos para preparar la pretemporada. Era julio de 2006 y Capello había cogido las riendas del equipo por segunda vez. Como habitualmente, un buen puñado de canteranos había completado la expedición que se desplazó a la concentración. Soldado, Arbeloa, De La Red, Jurado, Javi Balbao, Codina y Kiko Casilla fueron los elegidos. En uno de los primeros entrenamientos, los chavales trotaban durante la carrera continua inicial previa al trabajo. Lo hacían mientras charlaban animadamente y recortaban algo del campo en cada vuelta. Mientras, Raúl lideraba como siempre el grueso de un grupo con un ritmo más elevado y apurando cada esquina del campo. En una de las vueltas, Raúl dobló a los chicos y se dirigió a ellos. “Si fuese por mí, os mandaba de vuelta a Madrid”, les reprochó al considerar que como canteranos debían tener otra actitud.

La pelea con Guti en un entrenamiento

Con motivo de su jubilación, MARCA entrevistó a Víctor Ruiz, mítico delegado del Castilla que decía adiós al club blanco tras 35 años de servicio. “Recuerdo una vez que Raúl se pegó con Guti en un entrenamiento, por aquel entonces eran dos críos y el equipo lo entrenaba Antonio Quiroga. El técnico decidió castigar a Raúl y no sacarle durante dos partidos. En el primer encuentro que volvió a ponerlo, el animal marcó seis goles. A partir de ese momento, cada vez que anotaba un tanto, iba directo a Antonio Quiroga, a modo de reproche. ¡Era muy gracioso!”.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

‘Contratos’ por goles

“De Raúl tengo muchos recuerdos. Con él tenía una bonita costumbre. Al inicio de cada temporada firmábamos un contrato con los goles que tenía que marcar y al final de la campaña, si no los había marcado, tenía que invitarme a algo. ¡Pero claro, eso nunca pasaba! Siempre me tocaba invitarle a mí”, recuerda Vicente Díaz, mítico delegado del Castilla. ‘El perdedor pagará fin de semana (viaje) hotel PC (pensión completa) a cualquier sitio de España para cuatro personas. Temp. 95-96’, rezaba uno de los contratos (en la imagen superior).

“Me dio por hacer eso”

Uno de los momentos más icónicos de la carrera de Raúl es su imagen mandando callar al Camp Nou. Ocurrió en un Clásico de Liga el 13 de octubre del 99. “Fueron las circunstancias de ese momento, de ese partido. Está claro que esa imagen, esa fotografía, ha quedado para la historia. Pero mi relación con compañeros del Barcelona, el club y la afición ha sido de gran respeto. Sin embargo, hay momentos que en el terreno de juego la tensión… Me dio por hacer eso y ha quedado ahí. Lo dejo como algo anecdótico”, explicaba Raúl años después.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

Entrevista de Raúl a Schuster y luego Schuster pidiéndole más goles

“¿Cuando habéis llegado al vestuario cómo habéis visto a Abel?”, le pregunta un Raúl adolescente (13 años) a Schuster (por entonces jugador del Atlético) durante una entrevista que le hizo en pleno vestuario en marzo del 91. El meta rojiblanco acababa de encajar un gol tras una imbatibilidad histórica. “No, sabíamos que cualquier día nos tocaría encajar un golito. Lo importante es que hemos ganado”, fue la respuesta del alemán, que no imaginaba que aquel niño acabaría siendo leyenda del Real Madrid y que él lo acabaría entrenando durante temporada y media (07-08 y 08-09).

El disgusto de su madre tras los goles fallados

El día del debut oficial de Raúl con el Real Madrid, Carlos González, redactor de MARCA, vio el partido en la grada de La Romareda junto a los padres de Raúl. ‘Era flaquito, pero se movía como una anguila entre los defensas. Perdonó tres goles cantados, lo que provocó que Marisa, su madre, al lado de quien vi el partido, acabara llorando. Pensaba que su carrera en el primer equipo se terminaba allí. Yo traté de animarla sin suerte, pero no me equivoqué cuando le dije que este sólo era el primero de muchos partidos’, contaba en su testigo directo del debut de aquel niño que acabaría siendo un mito blanco.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

Sesiones secretas durante la lesión de rodilla

A finales de 2005, durante un Clásico, Raúl sufrió la lesión más importante de su carrera: una rotura del menisco externo, rotura parcial del ligamento cruzado anterior y desgarro de la cápsula postero-externa de la rodilla izquierda. Logró evitar el quirófano, pero no afrontar un largo periodo de recuperación de unos tres meses. Durante el mismo, dejó a todos alucinados con su capacidad de trabajo para volver cuanto antes. Eso incluía algunas sesiones secretas con dos escenarios: un montículo de tierra que sigue existiendo hoy en día a la espalda del Di Stéfano y la sierra de Madrid. En ellos trabajó la fuerza realizando descensos con frenadas para fortalecer la musculatura. Se trataba de un trabajo excéntrico (en contra de la gravedad) que le ayudó mucho en la recta final de su recuperación. Pedro Chueca y José Luis San Martín fueron claves en esta difícil etapa.

La charla que cambió la vida de Soldado

Roberto Soldado, uno de los grandes delanteros del fútbol español, llegó al Real Madrid siendo un crío y mes y medio después se quería volver a Valencia porque no soportaba estar lejos de su familia. Pero una charla con Raúl y Hierro le cambió la vida. “Un día me metió Del Bosque en el vestuario del primer equipo. Flipé estando con jugadores a los que veía cuando iba al estadio. Entonces Vicente me sentó con Raúl y con Hierro y les dijo: ‘contarle vuestras experiencias’. Ese fin de semana estaban mis padres esperándome para llevarme ya de vuelta a Valencia, pero salí y les dije que me quedaba”, recuerda el delantero, al que aquella charla le cambió la vida.

Foto archivo de Raúl González

Foto archivo de Raúl GonzálezArchivo MARCA

“Paco, lo voy a poner de titular”

Una lesión de Alfonso, Butragueño que ya no era Butragueño… Andaba Valdano dándole vueltas a dar un golpe de efecto en su alineación en La Romareda. El técnico estaba entusiasmado con Raúl y estaba decidido a darle la titularidad. Sin embargo, dio la sensación de querer reforzar su pensamiento pulsando la opinión de algunos pesos pesados. “Paco (Buyo), lo voy a poner de titular, ¿cómo lo ves?”, reconoció el mítico portero blanco que le preguntó Valdano poco antes del duelo ante el Zaragoza. “¿Cómo lo voy a ver? ¿No le ves en los entrenamientos?”, dijo Buyo que le respondió. “Pues le voy a poner de titular”, le confesó el técnico. “Perfeco!, le respondió Buyo, que a su vez recordó la famosa anécdota de cuando Valdano se levantó en el autobús rumbo a Zaragoza para informar a Raúl de su titularidad y se lo encontró dormido plácidamente.



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