El Atlanta United ha conseguido ponerse en el escaparate mundial tras dar la sorpresa y eliminar al Inter Miami de Leo Messi en el ‘playoff’ de la MLS. La machada no parece tanta casualidad si se tiene en cuenta que tres de las seis derrotas de las ‘Garzas’ esta temporada se han producido frente al mismo rival. Resulta curioso el comprobar que uno de los artífices detrás de este éxito es español, de Cartagena.
Se trata de José Daniel Alfonso, quien trabaja como analista para el club que ha conseguido colarse entre los ocho mejores del campeonato estadounidense. Además de desgranar las claves de ese engranaje que frenó al astro argentino, el técnico tiene una trayectoria de lo más curiosa: ha pasado por lugares tan diferentes como Ucrania, Suecia o Ghana. Todo ello hasta llegar donde está hoy, en una liga que continúa en plena expansión y crecimiento.
Así lo corrobora durante la charla que mantiene con MARCA. “A nivel de fútbol, Atlanta está creciendo muchísimo. El club es grande y la MLS, con la llegada de jugadores grandes como Messi, se está convirtiendo en una liga muy interesante. Hay muchos tipos de juego distinto porque hay muchos entrenadores y jugadores de muchas nacionalidades distintas, con culturas futbolísticas distintas. Eso lo hace más emocionante y tiene más incentivo a nivel táctico, que es lo que más me ocupa a mí y hace que la liga sea muy rica y muy interesante”.
A nivel de fútbol, Atlanta está creciendo muchísimo. El club es grande y la MLS, con la llegada de jugadores grandes como Messi, se está convirtiendo en una liga muy interesante
No es sencillo explicar de manera concisa una trayectoria tan variopinta como la de José Daniel, quien estudió Ciencias del Deporte en la Universidad Católica de Murcia e hizo sus primeros pinitos en el fútbol español formando parte del cuerpo técnico de Juan Ignacio Martínez, quien por entonces era entrenador del Cartagena. “Desde pequeñito me encantaba el deporte y el primer sueño que tuve fue ser profesor de Educación Física, porque son los primeros contactos que uno tiene. Poco a poco vas creciendo, vas compitiendo a nivel deportivo y siempre uno tiene la curiosidad de saber cosas como por qué los entrenadores toman una decisión u otra, o qué es lo que te lleva a sacar el mayor rendimiento de los jugadores que tienes para ganar al rival”.
A ese gusanillo por la táctica y la preparación pronto se le sumó también un espíritu aventurero. “Tenía esa curiosidad por vivir en el extranjero, y empecé una carrera más internacional en varios países. He pasado por el Dnipro, en la etapa en la que luchamos por ganar la Europa League y jugamos la final contra el Sevilla. Ahí estaba trabajando a distancia y con la idea de ir con el equipo a la temporada siguiente, pero estalló la primera invasión de Rusia a Ucrania y todo se canceló. Después encontré un proyecto muy bonito en Nordsjælland, en Dinamarca. Es un proyecto de cantera del que ahora mismo están saliendo jugadores como Mohammed Kudus o Kamaldeen Sulemana, con futbolistas a nivel internacional de Ghana y Dinamarca que están ahora mismo compitiendo en el máximo nivel. Luego pasé al Malmo en Suecia, que es un club histórico y el más laureado del país jugando casi todos los años Europa League o Champions”.
El año pasado firmé por el Atlanta United y aquí todo es a lo grande, con instalaciones gigantes y un estadio en el que hay más de 40.000 personas cada partido
Son muchas las vueltas que ya ha dado el analista a lo largo de estos años, las cuales también le han llevado a salir del continente europeo más recientemente. “En esta última etapa, también formé parte de la selección de Ghana y estuve con ellos en el Mundial de Qatar y en la Copa de África. El año pasado firmé por el Atlanta United y aquí todo es a lo grande, con instalaciones gigantes y un estadio en el que hay más de 40.000 personas cada partido. Y con ese crecimiento exponencial que está teniendo la MLS, que ya casi se puede comparar con las cinco grandes ligas. Creo que puede estar ahí en cuanto al nivel de juego y de recursos, con la emoción que implica aquí, porque hay mucho jugador latino y mucho aficionado latino, y eso hace que esa pasión se sienta en los partidos”.
En cuanto a su trabajo en el día a día, el técnico explica que su espacialización es “el análisis táctico, en cuanto a ver fortalezas y debilidades de los rivales, pero también he profundizado en analizar qué procesos de aprendizaje son los que son más efectivos. Aparte del análisis táctico, que tengo ya mi experiencia en Europa y a nivel internacional, me siento bastante cómodo profundizando mucho más en cómo aconsejar al entrenador y cómo guiar a los jugadores a la hora de reflexionar y de aprender sobre el juego, y cómo mejorar en los procesos de entrenamiento. Ahí es donde creo que en Estados Unidos aún están un poco más atrasados con respecto a las últimas metodologías de enseñanza, y donde sí que creo que estoy aportando un valor añadido que antes no habían percibido”.
José Daniel ha encontrado en Atlanta su lugar para seguir creciendo y donde aspira a ganar algún título que aporte mayor prestigio a su labor. “Lo que me propongo es disfrutar del día a día con los jugadores y aprender de las culturas de cada país. Y sobre todo, optimizar al máximo el rendimiento y ganar todo lo que podamos porque soy muy competitivo”. No obstante, reconoce que su idea en un futuro sería “volver a Europa, por el tema personal y familiar, pero también por volver al nivel top, que es de donde vengo”.
Los secretos de la kriptonita de Messi
Cuando todos esperaban que, de la mano de Leo Messi y compañía, el Inter Miami dominaría la MLS con facilidad, el fútbol una vez más se empeñó en recordar que a veces no basta con tener a los mejores jugadores. Entre otras razones, porque enfrente suele haber un rival que también puede tener sus armas y que, por lo general, prepara minuciosamente esta clase de partidos. Esta última es precisamente la labor que atañe a nuestro protagonista. “Cuando juegas contra Miami, todos los partidos son una situación especial. Desde que llegaron Messi, Jordi Alba, Busquets y Suárez, tanto a nivel de marketing como de comunicación, todo el mundo tiene la expectativa de que Messi siga rompiendo récords. Sientes un poco como que estás en el otro bando y que todo el mundo está en tu contra, y eso creo que incluso motiva un poco más. A nosotros nos hace querer demostrar que nosotros también somos buenos y siempre es un partido súper complicado. Ten en cuenta que el Inter Miami este año ha batido todos los récords de la liga regular y han conseguido el mayor número de puntos históricos en la MLS”.
Para añadir más mérito si cabe a lo conseguido por el Atlanta, José Daniel explica que venían de “una temporada complicada, con cambio de entrenador y de director deportivo, y también habíamos vendido a los dos jugadores franquicia: Giorgios Giakoumakis y Thiago Almada. Incluso con eso hemos llegado a clasificarnos para playoffs en el último puesto y hemos superado a Miami en la primera ronda. Ahora ya estamos en semifinales y vamos a ver hasta dónde podemos llegar”.
Desde que llegaron Messi, Jordi Alba, Busquets y Suárez, tanto a nivel de marketing como de comunicación, todo el mundo tiene la expectativa de que Messi siga rompiendo récords
A pesar de parecer que lo tenían todo en contra para la eliminatoria, las ‘Garzas’ tuvieron la capacidad de minimizar las virtudes de su rival. Eso es algo que, tal y como recalca el analista, “no es solo parar a Messi porque tienen muchísimos recursos. Es el equipo entero al final y esa combinación que han hecho con Messi, Jordi Alba, Busquets y Suárez. Ellos prácticamente no necesitan mirarse uno a otro para saber dónde está cada uno y combinar entre ellos, y sí que los patrones son bastante predecibles, en el sentido de que lo hacen constantemente. Por ejemplo, ese pase que Messi hace a Jordi Alba y como éste hace el pase atrás dentro del área para que Messi o Suárez rematen. Eso pasa constantemente, pero tienen esa capacidad, esa habilidad técnica que hace que, incluso sabiéndolo, sea súper difícil pararles”.
Llegados a este punto, cabe preguntarse cómo lo lograron. Evidentemente, no fue una tarea sencilla. “Conseguir pararles requiere mucha coordinación, mucho entrenamiento y mucha reflexión. Es lo que comentaba antes. Hacemos muchas preguntas a los jugadores para que ellos identifiquen las consignas visuales. Es decir, para cuando ellos empiecen los movimientos, tenerlo todo muy planificado y que puedan reconocer a nivel visual y actuar rápido. Ese pase atrás de Messi a Jordi Alba o de Jordi Alba a Messi es el clásico movimiento que hemos visto tantas veces y lo siguen haciendo aquí, y han marcado 3000 goles. Entonces sí que ha sido muy difícil e incluso lo hemos sufrido en partidos anteriores, pero al final hemos sido el único equipo de la MLS que ha conseguido ganar tantas veces a Inter Miami. De seis partidos, les hemos ganado tres”.
Ese pase atrás de Messi a Jordi Alba o de Jordi Alba a Messi es el clásico movimiento que hemos visto tantas veces y lo siguen haciendo aquí, y han marcado 3000 goles
Y aunque no se puede negar que vencer a un rival así siempre requiere cierta dosis de fortuna, tanto en el fútbol como en la vida en general, la suerte es algo que también se trabaja. “Sí parece que de alguna manera les hemos cogido la medida. Cuando juegas contra ellos también necesitas que tu portero tenga un buen partido o que esas ocasiones que normalmente meten las fallen. Pero al mismo tiempo, requiere mucha concentración y no te puedes relajar en los 90 minutos. Sí es verdad que encontramos algunas deficiencias en los espacios que dejan a las espaldas, y ahí sí que tienes que ser clínico para aprovecharlo. Hemos trabajado mucho para conseguir ser precisos”.
Locura y desenfreno en la MLS
Volviendo a lo que tiene que ver con la trayectoria de José Daniel, resulta muy interesante su explicación de las diferencias que ha encontrado en el fútbol de cada país en el que ha trabajado. “Para mí, la liga española y la inglesa son las de mejor nivel. Lógicamente, a nivel de calidad, jugador por jugador, el nivel técnico y táctico es muy alto. Luego, por ejemplo, en Escandinavia, el nivel técnico es muy inferior, pero el juego está muy estudiado y muy estructurado. Sí que se ven mucho los bloques que defienden muy bien y que van todos muy juntos a las señas de presionar porque son muy disciplinados”.
Para mí, la liga española y la inglesa son las de mejor nivel
En el caso de Estados Unidos, donde cuentan con su particular cultura del deporte y del espectáculo, el técnico nos explica como el ‘soccer’ se diferencia en muchos aspectos del fútbol que estamos acostumbrados a ver en Europa. “Aquí, por el tema del límite salarial, tienen unas categorías por jugadores. Están los jugadores franquicia, muy al estilo de la NBA o del fútbol americano, y tienen también lo que llaman jugadores ‘home ground’, que son los nacidos en el club, al igual que tienen la categoría de jugadores internacionales. Eso hace que los límites salariales estén muy bien clarificados, pero también hace que haya bastantes niveles de jugadores. Los jugadores franquicia aquí marcan una diferencia muy importante. Muchas veces, los equipos que consiguen que esos jugadores franquicia también defiendan y se complementen con el equipo, son los que al final llegan más alto. Pero también vemos casos de jugadores franquicia que sí atacan mucho, pero luego tienen mucho déficit atrás y se vuelven partidos de ida y vuelta. Eso se hace diferente viniendo de una forma más europea de ver el fútbol. Aquí vemos que no importa tanto si vas ganando o perdiendo, y a partir del minuto 60 son partidos de ida y vuelta que se vuelven locos. Desde un punto de vista europeo, como entrenador, dices que hay que controlar el partido, pero a veces te ves envuelto en ese ida y vuelta, y es muy difícil de manejar”.
A diferencia de lo que ha pasado y todavía pasa tantas veces en el fútbol, la realidad es que los jugadores del Atlanta United demostraron que se puede desactivar a cracks como Messi sin necesidad de traspasar determinadas líneas rojas. En este sentido, el cartagenero se muestra de acuerdo con la idea de “proteger a los futbolistas” por encima de todo. “Muchas veces, con los jugadores de mayor nivel, se tiende lógicamente a que los marcajes sean más agresivos. Sí que es verdad que hay un límite entre el hacer daño y el jugar duro, pero no sabría decirte porque hay casos y casos. A mí me parece que los arbitrajes son buenos y lo hacen lo mejor posible. Creo que hay que proteger a los jugadores en cuanto a salud, y procurar que los jugadores de calidad, dentro de la legalidad que marca el reglamento, tengan una protección”.
Dentro de lo relacionado con la salud de los futbolistas, surge también una cuestión tan polémica en los últimos tiempos como es la del calendario futbolístico. Sobre esto, José Daniel cree que quizá el problema no tenga tanto que ver con la carga de partidos como con la evolución del juego. “Al final sí que tiene que haber un límite de partidos, pero no hace mucho leí un estudio en el que se explicaba que hace 15 años, los jugadores jugaban más minutos que los que se están jugando ahora. Es verdad que ahora hay mucho desplazamiento y lo que ha cambiado mucho en el fútbol actual es que hay muchos movimientos y carreras más explosivas, y entonces eso tiende a generar más lesiones musculares.
Al final sí que tiene que haber un límite de partidos, pero no hace mucho leí un estudio en el que se explicaba que hace 15 años, los jugadores jugaban más minutos que los que se están jugando ahora
El analista propone varias posibles soluciones para al menos paliar esta situación. “Para mí una sería limitar el número de partidos o que por lo menos no sigamos añadiendo más, mientras que otro sería que las plantillas sean más largas. Si queremos mantener este nivel, tenemos que aceptar y trabajar las plantillas para que el nivel medio de la plantilla no baje tanto, aunque los mejores jugadores a veces tengan que descansar. Eso también forma parte de nuestra labor como entrenadores, el tener un equipo compensado que a la larga sea más sostenible y podamos llegar a nuestros objetivos. Otra cosa que se puede hacer y que creo que sería interesante sería limitar el tiempo de partidos. Al final estamos hablando de un tiempo de partido de 90 minutos más el añadido, pero si hacemos como en el baloncesto y lo paramos cada vez que el balón se va fuera, al final limitamos el tiempo total que el jugador tiene que estar expuesto a tensión. Yo creo que eso podría ser un buen recurso a utilizar”. De momento, lo que sí ha dado resultado, son sus análisis extraídos para eliminar al Inter de Messi.